jueves, 12 de noviembre de 2015

FAMILIAS SANAS Y FAMILIAS DISFUNCIONALES

Familias sanas y familias disfuncionales


1. La comunicación.
La comunicación en las familias disfuncionales es vaga, conflictiva, presenta mensajes de doble vínculo, no produce empatía y es superpuesta.

En cambio, en una familia sana es espontánea, abierta, clara, empática y recíproca.

2. Las relaciones.
En la familia disfuncional las relaciones son ambivalentes y se manifiesta conflictividad, desconfianza, control rígido, etc.


Las familias sanas son respetuosas, afectivas, positivas, generadoras de satisfacción, transmisoras de apoyo, con roles flexibles, etc.

3. Las relaciones de poder.
En las familias disfuncionales suele haber coaliciones no naturales, competición por el poder y mala jerarquía.

En las familias sanas los padres comparten el poder y hay flexibilidad en la toma de decisiones.

4. Diferenciación e identidad.
En las familias disfuncionales, los límites entre los holones son imprecisos, sin identidades claras y generadores de reproches y amenazas.

En las familias sanas, las identidades de los miembros están bien definidas y son seguras, hay responsabilidades de roles y tareas, se alienta la autonomía y el crecimiento de los miembros.

5. El afecto.
En las familias disfuncionales hay un intercambio de emociones negativas, hostilidad, sobreprotección, agresividad, bloqueos en la transición de emociones, etc.

En las familias sanas hay empatía, cordialidad, humor, alegría y un fomento de la autonomía y la singularidad.

6. Afrontamiento de las dificultades.
Las familias disfuncionales presentan dificultades para afrontar los cambios, las pérdidas, el estrés y las diferentes demandas de las fases de la familia. Esto se manifiesta en la utilización de la fantasía y otros tipos de defensa para no afrontar la realidad.

Las familias sanas tienen la capacidad de evaluar los factores estresantes y toman una aceptación realista de las situaciones.

Lazarus y Folkman (1986) afirman que todos tenemos factores estresantes y que su presencia da lugar a dos procesos:

1. Análisis de la evaluación primera: identificar los estresores.

2. Evaluación secundaria: cómo hago frente al estresor.

La mala realización de estos procesos es un indicador de la existencia de estrés, y su buena realización, es indicador de resiliencia.

7. Otras variables.
Variable de competencia: indica en qué medida la familia realiza bien sus funciones.

Variable vertical: hace referencia a la vinculación frente a la desvinculación, es decir, en qué medida la familia es rígida o flexible con el paso del tiempo.

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